5 Consejos para regular tus hormonas
El equilibrio hormonal es uno de los más importantes para nuestra salud, sin embargo puede alterarse muy fácilmente.
De forma natural estamos diseñados para sufrir cambios hormonales en distintas etapas de nuestra vida, por ejemplo en la pubertad donde hay una gran expresión de hormonas sexuales, o en la menopausia en mujeres o la andropausia que también ocurre en hombres. Sin embargo en el medio también existen sustancias capaces de alterar este delicado equilibrio del sistema endocrino, conocidos como disruptores endocrinos. Otros factores como el estrés, o el estilo de vida, la alimentación tienen también mucho que ver en el mantenimiento del equilibrio hormonal.
La medicina tradicional trata estos trastornos con terapias sustitutivas hormonales, como la tiroxina para el tiroides, anticonceptivos, insulina, cortisona…muchos de los cuáles se prescriben de por vida y no dejan de tener sus efectos secundarios. Por poneros un ejemplo los antoconceptivos pueden causar trombosis, con el consiguiente efecto para el sistema cardiovascular, e incluso se ha relacionado con diabetes. No está del todo claro pero algunos estudios sugieren una relación con el cáncer. En general, los riesgos de cáncer de endometrio y de cáncer de ovarios parece que se reducen con el uso de los anticonceptivos orales, mientras que los riesgos de cáncer de seno, de cérvix (o cuello uterino) y de hígado parece que aumentan.
Los principales síntomas que se pueden presentar en trastornos hormonales son: amenorrea (ausencia de menstruación), dismenorrea (menstruación dolorosa y difícil), depresión, cambios de peso, ansiedad, líbido baja, problemas digestivos, pérdida del cabello, cabello muy fino.
Los principales trastornos hormonales a los que nos enfretamos son problemas con estrógenos, como el síndrome de predominancia estrogénica, testosterona baja, problemas tiroideos, diabetes y problemas en las glándulas suprerranales.
Los desequilibrios hormonales son el resultado de una combinación de factores que incluyen:
susceptibilidad genética
mala salud intestinal
obesidad
tóxicos ambientales
alcohol
tabaco
infecciones
estrés
falta de sueño
dieta desequilibrada y déficit de nutrientes
Por suerte existen muchas alternativas para ayudar a recupera la salud hormonal de un modo más consciente y natural.
A continuación voy a daros 5 consejos básicos para ayudar a controlar el desequilibrio hormonal:
1. Mejora tu dieta
Evitando alimentos que te roban nutrientes como el azúcar blanco y sus derivados, todos los alimentos refinados, café y alcohol, y pon especial atención a añadir grasas saludables, como el aceite de oliva, lino, aguacate, aceite de coco, semillas vegetales como la chía, el lino, el sésamo. Y evita las grasas saturadas sólidas de procedencia animal. Necesitamos estas grasas y algo de colesterol también para crear las hormonas esteroideas (glucocorticoides, mineralocorticoides, andrógenos, estrógenos, y progestágenos).
Esto ayudará a mejorar tu salud intestinal relacionada ya directamente con enfermedades tiroideas e inflamatorias. En concreto se han encontrado tres procesos o productos relacionados con la tiroiditis autoinmune: la nutrición epigenética, los probióticos y los contaminantes ambientales.
Más información sobre la epigenética en este vídeo:
2. Aumenta la cantidad de azufre de tu dieta
A través de alimentos como el ajo, la cebolla, la coliflor, la alfalfa, los rabanitos, el brócoli, las semillas de mostaza… ya que ayudan a degradar el exceso de estrógenos. Por otro lado consume con moderación alimentos ricos en fitoestrógenos, como el lino, la avena, el hinojo, el apio, lentejas, alfalfa, soja no transgénica, los cuáles al poseer una actividad estrogénica débil compiten con los xenoestrógenos, químicos ambientales presentes sobre todo en alimentos y plásticos que provocan desequilibrios hormonales.
3. Introduce plantas adaptógenas
como la maca, el ginseng, astrágalo, rodiola, regaliz… las cuáles han demostrado su efectividad para promover un adecuado balance hormonal.
Evita productos de aseo e higiene personal que contengan parabenos, propileno glicol, lauril sulfato de sodio, octocrileno, ftalatos, algunos de los más comunes son el DEHP, DEP, DBP, oxibenzona, el cual es un disruptor endocrino que cambia el sexo en los peces… Existen alternativas mucho mejores para tu piel. Recuerda no ponerte en la piel nada que no te comerías, ya que a través de la piel pasa directamente a sangre.
4. Introduce clorofila, un gran regulador hormonal
La clorofila es alta en vitamina E, beneficiosa para mantener el equilibrio hormonal sexual en hombres y mujeres, ya que ayuda a estimular la producción de testosterona en los hombres y el estrógeno en las mujeres.
5. Evita el estrés o mejora tu adaptación al estrés a través del ejercicio físico o el yoga.
El deporte desencadena un proceso hormonal intenso según el cual el organismo se prepara para abastecernos de energía. Todo ello supone una cascada de reacciones hormonales que ayudan y mucho a mejorar nuestra salud.
Por ejemplo para pacientes diabéticos el ejercicio es un gran aliado para mantener sus niveles de glucosa en sangre estables, ya que el ejercicio consigue regular los niveles de glucosa por un mecanismo independiente a la insulina. Las células musculares son grandes consumidoras de glucosa, y están entre las más sensibles a la insulina, con el transportador de glucosa GLUT4. Sin embargo, estas células no necesitan insulina para consumir glucosa porque también tienen otros transportadores de glucosa no sensibles a la insulina (GLUT1, GLUT10 y GLUT11).
Los diabéticos saben que cuando hacen ejercicio físico pueden reducir su dosis de insulina o de medicamentos hipoglucemiantes consiguiendo mejores niveles de glucosa que con una vida sedentaria. Esto demuestra claramente que el músculo no necesita insulina para trabajar y nos muestra uno de los múltiples beneficios del ejercicio en la salud.
Fuentes y bibliografía;
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Palmer, D. G., Rutter, G. A. & Tavaré, J. M. (2002) Insulin-stimulated fatty acid synthase gene expression does not require increased sterol response element binding protein 1 transcription in primary adipocytes. Biochemical and Biophysical Research Communications 291, 439-443