Rosa López Monís

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Ácidos grasos de cadena corta y su importancia en la salud.

Los ácidos grasos de cadena corta (AGCC) son ácidos grasos con una longitud de cadena de carbono de hasta seis carbonos. Son producidos por bacterias intestinales durante la fermentación de la fibra dietética no digerible en el intestino grueso. Los tres AGCC más comunes son el ácido acético (C2), el ácido propiónico (C3) y el ácido butírico (C4).

El ácido acético es el AGCC más abundante en el colon y es producido por bacterias que utilizan la fibra como fuente de energía. El ácido propiónico es producido por bacterias que fermentan la fibra y los carbohidratos en el colon, y también se encuentra en alimentos como el queso. El ácido butírico es producido por bacterias que utilizan la fibra como fuente de energía y es importante para mantener la salud del colon y reducir el riesgo de enfermedades inflamatorias del intestino.

Los AGCC son importantes para la salud intestinal porque ayudan a mantener un pH óptimo en el colon, lo que favorece el crecimiento de bacterias beneficiosas y reduce la proliferación de bacterias patógenas. También proporcionan energía para las células del colon y se ha demostrado que tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.

Además de su papel en la salud intestinal, los AGCC también pueden tener efectos beneficiosos en otros sistemas del cuerpo. Se ha demostrado que el ácido butírico tiene propiedades anticancerígenas y puede mejorar la sensibilidad a la insulina en personas con diabetes. El ácido propiónico también se ha investigado como un posible tratamiento para trastornos metabólicos como la obesidad y la diabetes.

El aumento de los ácidos grasos de cadena corta (AGCC) en el intestino se logra mediante la modificación de la dieta y la introducción de ciertos alimentos que promueven su producción por las bacterias intestinales.

Algunas estrategias dietéticas para aumentar los diferentes tipos de AGCC son:

  • Ácido acético: El ácido acético se encuentra en vinagre, por lo que agregar vinagre a la dieta puede aumentar la producción de este AGCC. También se puede aumentar la ingesta de alimentos fermentados, como chucrut y kimchi, que contienen ácido acético.

  • Ácido propiónico: El ácido propiónico se produce durante la fermentación de la fibra y los carbohidratos, por lo que aumentar la ingesta de alimentos ricos en fibra y carbohidratos complejos, como frutas, verduras, legumbres y granos enteros, puede aumentar la producción de ácido propiónico.

  • Ácido butírico: El ácido butírico se produce cuando las bacterias fermentan la fibra y los carbohidratos en el colon. La ingesta de alimentos ricos en fibra, como verduras de hojas verdes, alcachofas, espárragos, ajo y cebolla, puede aumentar la producción de ácido butírico.

Además de la modificación dietética, también se ha demostrado que la suplementación con probióticos, como Bifidobacterium y Lactobacillus, puede aumentar la producción de AGCC en el intestino. Los prebióticos, que son tipos específicos de fibra dietética que promueven el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino, también pueden aumentar la producción de AGCC.

También hay otros probióticos que pueden aumentar la producción de AGCC en el intestino. A continuación se describen algunos ejemplos:

  • Streptococcus thermophilus: Este probiótico se encuentra comúnmente en yogures y otros productos lácteos fermentados. Se ha demostrado que mejora la producción de AGCC, incluyendo ácido acético, en estudios en animales y humanos.

  • Faecalibacterium prausnitzii: Este probiótico es una bacteria intestinal beneficiosa que produce ácido butírico. Se ha demostrado que su presencia se reduce en pacientes con enfermedades inflamatorias del intestino, lo que sugiere que puede tener un papel importante en la prevención de estas afecciones.

  • Akkermansia muciniphila: Este probiótico se encuentra en la capa mucosa del intestino y se ha demostrado que mejora la salud intestinal al aumentar la producción de ácido butírico y reducir la inflamación. También se ha demostrado que su presencia se reduce en pacientes con obesidad y diabetes tipo 2.

Es importante tener en cuenta que la respuesta individual a los probióticos puede variar y que se necesitan más estudios para comprender completamente su papel en la producción de AGCC y la salud intestinal en general. Por lo tanto, es importante consultar a un profesional de la salud antes de comenzar cualquier suplementación con probióticos o cambios en la dieta.

FUENTES:

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