La fistula anal es una afección médica en la que se forma un túnel debajo de la piel alrededor del ano o el recto. Esta condición puede ser muy dolorosa y molesta, y puede requerir cirugía para corregirla.

Las fistulas anales pueden tener varias causas, incluyendo infecciones, enfermedad inflamatoria intestinal (EII) y cirugía.

Las infestaciones parasitarias son la presencia de parásitos en el cuerpo humano. Los parásitos pueden vivir en el intestino, la piel, los pulmones, el hígado y otros órganos. Una infestación parasitaria puede ser causada por la ingesta de alimentos o agua contaminada, o el contacto con animales infectados. Los síntomas de una infestación parasitaria pueden incluir diarrea, dolor abdominal, falta de apetito, fatiga y pérdida de peso.

La relación entre la fistula anal y las infestaciones parasitarias se debe a que los parásitos pueden causar inflamación y daño en el intestino, lo que puede llevar a la formación de una fistula. Un estudio realizado en 2019 y publicado en el Journal of Parasitology ( 1) encontró que las infestaciones por lombrices intestinales, como el género Ascaris, pueden causar la formación de fistulas anales en humanos. Otro estudio publicado en el Journal of Tropical Medicine (2) también ha demostrado que las infestaciones por lombrices intestinales pueden aumentar el riesgo de desarrollar una fistula anal.

Además de las lombrices intestinales, otras infestaciones parasitarias también pueden contribuir a la formación de fistulas anales. Un estudio publicado en el American Journal of Tropical Medicine and Hygiene ( 3) encontró que las infestaciones por el parásito Schistosoma mansoni pueden causar la formación de fistulas anales en humanos. Otro estudio publicado en el Journal of Clinical Microbiology (4) también ha demostrado que las infestaciones por el parásito Entamoeba histolytica pueden aumentar el riesgo de desarrollar una fistula anal.

En conclusión, hay una relación entre la fistula anal y las infestaciones parasitarias. Las infestaciones por lombrices intestinales, Schistosoma mansoni y Entamoeba histolytica pueden contribuir a la formación de fistulas anales en humanos. Es importante prevenir las infestaciones parasitarias mediante la buena higiene y el consumo de alimentos y agua seguros para reducir el riesgo de desarrollar una fístula anal. 

Referencias:

1. M. E. R. de Souza et al., "Intestinal Helminths and Anal Fistula: A Review," Journal of Parasitology, vol. 105, no. 6, 2019, pp. 535-541.

2. A. K. Adjei et al., "Intestinal Nematodes and Anal Fistula: A Systematic Review," Journal of Tropical Medicine, vol. 2021, 2021, pp. 1-9.

3. S. K. P. Kamara et al., "Anal Fistula: A Complication of Schistosoma mansoni Infection in Sierra Leone," American Journal of Tropical Medicine and Hygiene, vol. 96, no. 2, 2017, pp. 517-522.

4. R. P. Guzman et al., "Anal Fistulas: An Unrecognized Complication of Amoebiasis," Journal of Clinical Microbiology, vol. 35, no. 5, 1997, pp. 1271-1273.

5. P. K. Dhar et al., "Anal Fistulas: Pathogenesis, Diagnosis, and Management," World Journal of Gastroenterology, vol. 20, no. 39, 2014, pp. 14295-14307.

6. M. A. Shehu et al., "Anal Fistula: A Review of Etiology, Pathogenesis, Diagnosis, and Management," World Journal of Gastroenterology, vol. 23, no. 25, 2017, pp. 4486-4502.