Rosa López Monís

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Granadas.

Vamos a conocer una verdadera joya de la naturaleza, no sólo por su aspecto, sino sobre todo por sus increÍbles propiedades y beneficios para la salud.

Se cree que la Granada es originaria de Persia, Irán y el Himalaya Occidental. Su historia se remonta a hace miles de años. Los Arqueólogos han encontrado multitud de exocarpos de granada carbonizada en lugares como Jericó desde la Edad de bronce (3000 aC), en excavaciones en Chipre datadas de la Era final del bronce, en varias tumbas del antiguo Egipto, donde fueron muy valoradas, en las residencias de los Faraones, en la que no podían faltar esta fruta. 

Ya Hipócrates, al que conocemos como el padre de la medicina, recomendaba el jugo de la granada contra la fiebre y como fortificante contra la enfermedad. Son los bereberes quienes traen la fruta a Europa, y la ciudad de Granada, fundada en el siglo X, recibió su nombre por esta fruta. La palabra granada, significa literalmente manzana con semilla.

Las semillas están encerradas en pequeñas gotas, que parecen joyas de color rojo y se las llama arilos. La pulpa en el interior de los arilos es fresca y jugosa. Rodea las semillas blancas de la granada. Cuando cortas la fruta, es posible que pienses que los arilos son las semillas, pero esto no es así. Los arilos, así como las semillas blancas, son lo que solemos comer de la granada. 

Estos arilos son muy ricos en varios antioxidantes, contienen tres tipos de polifenoles incluyendo taninos, flavonoides como las antocianinas responsables del color rojo y el  ácido elágico. Entre los taninos destacar las punicalaginas Estos últimos taninos son los que hacen que situemos a la granada en cuanto a su capacidad antioxidante SIENDO TRES VECES MAS ANTIOXIDANTE QUE EL TÉ VERDE, el jugo de uva o el de acai. Y esta potente capacidad antioxidante le confiere increíbles propiedades preventivas y curativas. Entre las múltiples voy a destacar su eficacia probada en cáncer de próstata, antibacteriana, protectora contra la radioterapia, antihipertensiva, para enfermedades cardiovasculares en las que mejora le perfusión cardíaca, para patologías renales, diabetes y un largo etcétera, porque una fruta con esa capacidad antioxidante solo puede mejorar la salud celular y global.  

También es rico en ácido púnicico, conocido como omega 5, un ácido graso con tres insaturaciones, muy interesante en la pérdida de peso. 

Para comer una granada, es necesario desgranarla antes. Sabemos que se trata de una tarea que puede causar un poco de pereza, así que queremos darte algunos consejos sobre cómo pelarla para que te resulte mucho más fácil. 

  1. Realizar un corte circular a 1 cm de la corona y retirar la parte superior de la corteza de un pequeño tirón. 

  2. Realizar unos cortes longitudinales, coincidiendo con las membranas, sin llegar hasta el final. 

  3. Desgajarlo y retirar las membranas.

El jugo de granada es al igual que los arilos muy rico en antioxidantes, además, es una bebida natural y muy saludable que nos aporta vitaminas, como la A, C, E y ácido fólico,  minerales (como el hierro, magnesio y calcio) y un 40% de la cantidad diaria recomendada de VITAMINA C. COMO VEIS ES UNA BOMBA DE ANTIOXIDANTES. 

Uno de los mejores momentos para consumirlos es en el desayuno o a media mañana, momento en el que absorbemos mejor los nutrientes, debido a la mayor efectividad en el proceso digestivo y mayor velocidad de vaciamiento gástrico. 

Hacer un jugo de granada es muy sencillo, simplemente tenemos que prensarla con la ayuda de un exprimidor como este. 

Otro modo de consumirla en acompañando a una ensalada consiguiendo además de un plato colorido mejorar la capacidad nutritiva del plato. 

De la granadas no solo se aprovechan los arilos y semillas, sino también las flores o, incluso, la corteza (piel).

La corteza de la raíz y de los tallos es la parte más rica en taninos y alcaloides y es usada para tratar tenias, aunque su uso debe ser controlado por un profesional ya que puede ser neurótóxica. 

Las hojas son ricas en taninos y flavonoides como la apigenina y luteolina y están indicadas en caso de anemia. Se recomienda 50 g de hojas secas en 1 litro de agua, hervir y dejar reposar unos 15 minutos.

La corteza del fruto es muy rica en taninos y se utiliza en decocción para tratar la diarrea, unas 3 cucharadas por litro de agua. Esta misma decocción se puede usar externamente para tratar enfermedades de la piel ya que presenta propiedades como antibacteriana y astringentes, favoreciendo la cicatrización. 

El color rojo de su piel es debida a sus antocianinas, lo que la hace también muy interesante como antioxidante. 

Las flores poseen también propiedades astringentes y antidiarreicas. Y se han mostrado eficaz en casos de anemia y cefaleas. Eficaces para la gingivitis, para lo que se recomienda hervir 30 g de flores en 1 litro de agua por un minuto. 

La membrana interior blanca es muy rica en alcaloides, sustancias químicas con capacidad vermífuga, por lo que la granada puede ser usado para eliminar lombrices intestinales.