El extracto de jengibre contiene importantes propiedades antioxidantes, lo que lo convierte en un ingrediente natural perfecto para frenar la degradación de los tejidos y el envejecimiento celular.

Y no solo esto, resulta eficaz también para mejorar el flujo sanguíneo, prevenir enfermedades cardiovasculares y patologías virales. Si quieres elaborar una infusión de jengibre, primero debes adquirir su raíz y rallarla.

Y en la lista de infusiones antioxidantes, no puede faltar el té blanco o verde, el cual se ha convertido en un perfecto aliado para la salud y la juventud. Previene la formación de radicales libres, evitando el envejecimiento prematuro de las células y la piel, actuando también como un potente diurético natural lo que favorece la eliminación de líquidos y toxinas del cuerpo. Lo que diferencia al té blanco o verde es el momento de recolección, ambos son la misma planta, Camelia Sinesis, pero el té blanco son los brotes tiernos de la planta, recogidos antes y más rico en antioxidantes.

Ingredientes

– Raíz de Jengibre: 3 gramos.
– 2 cucharadas de té blanco o verde.
– ½ litro de agua filtrada o mineral hervida.

Preparación

Rallar el jengibre y añadir el agua, hervir, dejar reposar 10 minutos y añadir las hojas de té. Dejar reposar 5 minutos, colar, servir y tomar. 🫖