Rosa López Monís

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Verduras tóxicas y su posible relación con linfoma no Hodking

Las elecciones que hacemos en el día a día en cuánto a la alimentación pueden condicionar y mucho nuestra salud.

Siempre defiendo que la base de la alimentación, debe ser vegetal, la base de la pirámide no deberían ser los carbohidratos, sino los vegetales, que aunque también nos aportan carbohidratos, están repletos de fitoquímicos muy interesantes que nos ayudan a prevenir problemas de salud diversos.

El problema es cuando esos vegetales, están rociados de sustancias tóxicas como el glifosato, 

que por cierto en 2015,  fue incluido por el Centro Internacional sobre el Cáncer de la OMS entre las sustancias que, probablemente, producen cáncer, considerándose suficientes los estudios hechos con animales para establecer esa probabilidad. 

El glifosato es un herbicida sistémico de amplio espectro, el más utilizado en el  mundo; es el ingrediente activo de Roundup, uno de los herbicidas más populares del mundo, y su toxicidad ha causado una creciente preocupación. Se usa junto con cultivos tolerantes al glifosato diseñados por ingeniería genética. Pues bien un meta- análisis realizado en 2019, investigó si había una asociación entre las exposiciones acumulativas altas a los herbicidas a base de glifosato (HBG) y el mayor riesgo de Linfoma no Hodgkin (LNH) en humanos, un tipo raro de cáncer (1). El linfoma no Hodgkin (también conocido simplemente como linfoma o NHL, por sus siglas en inglés) es un cáncer que comienza en los glóbulos blancos llamados linfocitos que forman parte del sistema inmunitario del cuerpo. En general afecta más a la población adulta, aunque la infantil también puede padecerlo. Suele comenzan en los ganglios linfáticos u otro tejido linfático, pero a veces puede afectar a la piel. 

Este meta-análisis llegó a la conclusión de que personas expuestas a altas dosis de glifosato, tenían un riesgo 41% mayor de desarrollar este tipo de linfoma, que en algunas de sus variantes, puede ser muy agresivo. 

Los investigadores no solo analizaron estudios en humanos, sino que también analizaron muchos estudios publicados en animales, como los hechos sobre la incidencia del linfoma maligno en ratones tratados con glifosato puro, así como los posibles vínculos entre la exposición a HBG y la inmunosupresión, la alteración endocrina y las alteraciones genéticas que se asocian comúnmente con el LNH.

La conclusión fue que se observaba un vínculo convincente entre las exposiciones a los HBG con un mayor riesgo de contraer LNH.

¿Entonces con al EPA (Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos)  y la EFSA (la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) nos dan garantías de seguridad con el uso en nuestras verduras de glifosato? Ahí dejó la pregunta… 

Monsanto ahora propiedad de Bayer, enfrentan más de 13.000 demandas en Estados Unidos, presentadas por personas que sufren Linfoma no Hodgkins, quienes culpan a los herbicidas basados en glifosato de Monsanto por su enfermedad. En el primer juicio en agosto de 2018, el jurado emitió un veredicto unánime contra Monsanto, y señalaron que la empresa debía pagar al demandante la suma de 289 millones de dólares. 

Por otro lado, cuidado las mamás embarazadas, porque aunque el estudio (2) se hizo en ratones, se ha demostrado que el glifosato una influencia negativa sobre la expresión de los genes de lipogénesis. Los ratones fueron expuestos a glifosato durante la gestación y los  resultados mostraron una disminución significativa del peso corporal y una esteatosis hepática evidente con formación excesiva de gotitas de lípidos en la descendencia. Además, las concentraciones de lípidos como triglicéridos (TG), colesterol total (T-CHO) y colesteroles de lipoproteínas de baja densidad (C-LDL) aumentaron de manera significativa tanto en el suero como en el hígado. 

Mi consejo es que se siempre que se pueda, porque es verdad que a veces la economía no lo permite, se elijan productos orgánicos. En caso de no poder permitírtelos se pueden lavar las verduras muy bien con vinagre, bicarbonato, dióxido de cloro o como solemos hacer en casa, con agua ácida, que obtengo como sobrante de agua alcalina con un ionizador, para filtrar el agua. Al menos algo le estamos quitando. Y por supuesto pedirle a nuestros gobiernos que en 2022, que toca volver a revisar el tema del glifosato en Europa, voten que NO, que no queremos verduras para nuestros hijos rociadas con un producto cancerígeno. Comparte para que todos tomemos conciencia. 


Fuentes

  1. Luoping Zhang, Iemaan Rana, Rachel M. Shaffer, Emanuela Taioli, Lianne Sheppard, Exposure to glyphosate-based herbicides and risk for non-Hodgkin lymphoma: A meta-analysis and supporting evidence, Mutation Research/Reviews in Mutation Research, Volume 781, 2019. https://doi.org/10.1016/j.mrrev.2019.02.001.

  2. Xin Ren, Pengyuan Dai, Aneela Perveen, Qian Tang, Liangyu Zhao, Xiao Jia, Yansen Li, Chunmei Li, Effects of chronic glyphosate exposure to pregnant mice on hepatic lipid metabolism in offspring, nvironmental Pollution, Volume 254, Part A, 2019, 112906, ISSN 0269-7491 https://doi.org/10.1016/j.envpol.2019.07.074