Rosa López Monís

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Vitamina D y Coenzima Q1'0 para proteger del daño de las estatinas.

En esta ocasión vamos a daros dos remedios naturales para ayudar a paliar los efectos indeseables que producen las estatinas farmaceúticas. 

Se calcula que un 20 % de los pacientes que toman estatinas puede padecer algún tipo de efecto secundario, siendo los más comunes los dolores musculares y los trastornos de memoria. Las estatinas son inhibidores de la HMG-CoA reductasa, es decir, actúan bloqueando la enzima que es responsable de la producción de colesterol (HMG-CoA reductasa), presente en nuestro hígado.

El hecho de que las estatinas provocan efectos secundarios está bien establecido en más de 900 estudios que demuestran sus efectos adversos, que van desde problemas musculares como ya hemos comentado, hasta diabetes, aumento en el riesgo de cáncer, acidosis, pérdida de memoria, cataratas, depresión del sistema inmune… 

Se ha demostrado que las estatinas aumentan el riesgo de diabetes a través de diversos mecanismos, como la resistencia a la insulina. De hecho, el aumento de la resistencia a la insulina puede provocar enfermedades cardiacas, que irónicamente son la razón principal por la que se toman medicamentos para bajar el colesterol. Por otro lado las estatinas reducen la capacidad natural del cuerpo de crear vitamina D, que sabemos que mejora también la resistencia a la insulina. Investigaciones hechas por la Dra. Stephanie Seneff  (3) nos muestran la importancia de la exposición solar para normalizar los niveles de colesterol y evitar las enfermedades cardíacas. 

Los medicamentos con estatinas suprimen una serie de elementos vitales para el funcionamiento adecuado del cerebro, incluyendo el colesterol, antioxidantes y co-factores como CoQ10, y dolicol (lípido que se acumula en las células de todos los seres vivos a medida que envejecen que interviene el la glicosilación de las proteínas). 

Un estudio realizado por Khayznikov et al. (1) en Ohio, ha revelado que los pacientes con unos bajos niveles séricos de vitamina D que presentan intolerancia al tratamiento con estatinas pueden superar dicha intolerancia restaurando los niveles séricos normales de vitamina D mediante la administración de suplementos de dicha vitamina.

Un reciente metaanálisis realizado con estatinas (2) proporciona evidencia de que unos niveles bajos de vitamina D están asociados con dolores musculares en pacientes que siguen un tratamiento con estatinas. Khayznikov et al. (1) constataron que si los pacientes con intolerancia a las estatinas y unos niveles séricos bajos de vitamina D (˂ 32ng/mL) fueran tratados con una dosis total de vitamina D de 50 000 a 100 000 UI/semana, los problemas relacionados con los músculos desaparecerían en aproximadamente 9 de cada 10 casos.

Por otro lado como ya hemos mencionado los medicamentos con estatinas agotan las coenzimas del cuerpo. Tanto la coenzima Q10 como el colesterol son productos derivados de la vía del mevalonato, que las estatinas bloguean de manera muy eficaz. Se ha comprobado que la disminución de la coenzima Q10 que sigue tras la inhibición de dicha vía, conduce a una disfunción mitocondrial en diferentes tipos de células, incluyendo las células musculares.

Los estudios demuestran que las estatinas pueden reducir a la mitad la cantidad de coenzima Q10 en el torrente sanguíneo al cabo de pocas semanas de empezar a tomarlas. De especial importancia es la Coenzima Q10, necesaria para el buen funcionamiento del corazón, la obtención de energía en la mitocondria y como antioxidante entre otras funciones. Si la mitocondria sufre un daño o una mutación es difícil revertirlo, luego lo mejor es complementar el tratamiento de estatinas con Coenzima Q10. Prácticamente todas nuestras células dependen de la coenzima Q10 para el metabolismo energético mitocondrial, excepto los glóbulos rojos, que son las únicas células en el organismo que no tienen mitocondrias ya que el oxígeno que transportan sería consumido por el metabolismo energético aeróbico. En lado contrario están las células musculares, que dependen fuertemente de la coenzima Q10 porque necesitan producir grandes cantidades de energía. En consecuencia, cuando las estatinas reducen los niveles de coenzima Q10, puede desencadenarse una disfunción mitocondrial en las células musculares, que se puede prevenir por el simple de hecho de suministrar entre 200 y 500 mg al día de la coenzima o de su forma reducida el ubiquinol que se absorbe aún mejor. 

FUENTES CONSULTADAS: 

(1): Khayznikov M, Hemachrandra K, Pandit R, Kumar A, Wang P, Glueck CJ, “Statin Intolerance Because of Myalgia, Myositis, Myopathy, or Myonecrosis can in most cases be safely resolved by Vitamin D supplementation”. N Am J Med Sci. 2015 Mar;7(3):86-93. doi: 10.4103/1947–2714.153919.

(2): Michalska-Kasiczak M, Sahebkar A, Mikhailidis DP, Rysz J, Munter P, Toth PP et al. Lipid and Blood Pressure Meta-analysis Collaboration (LBPMC) Group; Analysis of Vitamin D levels in patients with and without statin-associated myalgia – A systematic review and meta-analysis of 7 studies with 220 patients. Int J Cardiol 2015; 178:111–6.

(3): Seneff S Morley W. Diminished brain resilience syndrome: A modern day neurological pathology of increased susceptibility to mild brain trauma, concussion, and downstream neurodegeneration. 2017.