Café, beneficios y contraindicaciones
Cómo muy bien decía Parecelso, “Nada es Veneno, Todo es Veneno, la diferencia está en la dosis”
Empiezo este artículo con esta frase porque el café, así como otras sustancias puede ser beneficioso pero en su justa medida.
La dosis mortal de cafeína es de 13 gramos, es decir, el café mata si te bebes 100 tazas en 24 horas. La cantidad permitida de café estaría entre 1 y 3 tazas al día pero siempre consumido solo, sin leche y sin azúcar. La dosis permitida dependerá de tu capacidad de metabolización, determinada tanto por tu genética como por tu estado de intoxicación.
El café es una planta muy comercializada en el mundo, y la bebida aromática más consumida. Su origen se atribuye a Etiopía. En su justa medida y sino se combina con otras sustancias como azúcar y leche es cierto que puede ser beneficioso para el organismo. En mi opinión no se debe tomar más de una taza al día y solo, sin mezclar con nada más. Vamos a explicar esto con más detalle:
Lo primero que destacaría del café es su riqueza en polifenoles antioxidantes como el ácido clorogénico, bioflavonoides, vitaminas destacando el complejo B, minerales como calcio, hierro y fósforo y aminoácidos como la metionina y la asparagina. Por tanto el café consumido con moderación, una taza al día y si mezclar es cierto que tiene propiedades antioxidantes. Aunque el té verde supera estas propiedades antioxidantes y su contenido en cafeína es mucho menor. El problema es que todas estas sustancias, se le atribuyen más de 1200 sustancias químicas al café, están presentes en el grano verde, no en el café tostado, por lo que una vez tostado no es tan interesante su valor nutricinal. Es esta riqueza en polifenoles lo que le da al café propiedades para reducir la daibetes, siempre consumido con moderación y sin mezclar con leche y azúcar.
Un estudio japonés realizado en el 20103, reveló que el consumo de café ejerce un efecto proactivo en contra de la diabetes tipo 2. Los investigadores también encontraron que el café duplica el consumo de glucosa, lo cual reduce bastante los niveles de glucosa en la sangre.
Otros estudios han mostrado que ejerce una acción contra el cáncer de próstata. Y en otros estudios también se ha mostrado eficaz en cáncer de colon, riñón… todo ello gracias a su riqueza en antioxidantes, el problema es que muchos de ellos se pierden en el proceso de torrefactado y secado del café. (3, 4, 5 y 6).
(7) Otro estudio realizado en Japón mostró una asociación entre el consumo de té verde y café con menor índice de cáncer de las vías biliares
Lo más polémico del café es su contenido en un alcaloide, la cafeína que es una droga y como tal no debe ser consumida en exceso. Este alcaloide se encuentra en más de 60 plantas.
De la cafeína pues como todos sabemos estimula el sistema nervioso central, produce vasodilatación periférica y vasoconstricción craneal , aumenta el estado de vigilia y la capacidad de realizar esfuerzos físicos, acelera el ritmo cardiaco, aumenta la secreción gástrica y la diuresis, tiene acción termogénica ayudando a perder peso, alivia la fatiga, retrasa el cansancio y favorece las funciones intelectuales y la digestión.
Además posee un efecto vasoconstrictor a nivel cerebral lo que explica su presencia en algunos medicamentos indicados para la migraña. Dos de las sustancias que contienen los granos el cafesterol y el kahweol, que como ocurre con la propia cafeína son destruidos en gran parte durante el proceso de secado y torrefacción de los granos, con lo que tienen la capacidad de inducir en el hígado la acción de la enzima Glutation-S-Transferasa o GST que es la encargada de activar el sistema de desintoxicación del organismo por lo que, tomado en cantidades moderadas, ayuda a eliminar del cuerpo las sustancias tóxicas.
Ahora bien, también es cierto que el excesivo consumo de café se ha relacionado con multitud de disfunciones orgánicas como taquicardia, cambios en el diámetro de los vasos sanguíneos, irregularidad en la circulación sanguínea, tensión alta, diabetes, fallos renales, cistitis, irritaciones gastrointestinales, diarreas, úlceras gástricas, colitis ulcerosas, zumbidos en los oídos, temblores musculares, inquietud e insomnio”, “puede alterar el nivel de azúcar en la sangre ya que su ingesta obliga al páncreas a segregar insulina”, “ser causa de la acumulación de ácido úrico y, por ende, de los ataques de gota” y que “los taninos presentes en el café pueden interferir en la digestión de las proteínas”. “café puede crear hábito y provocar dependencia tanto física como psicológica y por eso aparece con frecuencia el síndrome de abstinencia cuando se abandona su consumo”.
Los riñones necesitan nada menos que 24 horas para filtrar las toxinas de una sola taza de café”.
Otros autores añaden que su excesivo consumo puede provocar también irritabilidad, acidez estomacal, náuseas, vómitos y jaquecas además de suprimir el apetito y poder interferir en el desarrollo del feto.
Lo que también se ha observado es que el consumo frecuente pero moderado de café lleva a quien deja bruscamente de ingerirlo a experimentar temporalmente cansancio, irritabilidad, falta de concentración o dolor de cabeza. La ventaja es que la vida activa de la cafeína en el organismo es relativamente corta pues se metaboliza en el hígado y se elimina por la orina entre 3 y 7 horas después de su consumo, tiempo que se prolonga hasta las 6-10 horas en el caso de las embarazadas y de las mujeres que toman anticonceptivos.
Lo más perjudicial del consumo del café aparece cuando se mezcla con leche. Cuando se mezclan ambos líquidos se originan dos tipos de precipitados: el tanato de fibrina y el tanato de caseína, sustancias especialmente indigestas para el organismo que además pueden degenerar en aminas biógenas. Y la unión de esas aminas con los nitratos que habitualmente ingerimos hoy a través de las frutas y verduras la mayoría cultivadas en campos abonados con nitrógeno, con los nitritos que se añaden a los alimentos como conservantes e, incluso, con los nitritos que se forman en nuestra boca cuando la saliva entra en contacto con nitratos… forman nitrosaminas, sustancias muy cancerígenas.
Por supuesto el café debe ser ecológico, de tueste natural y en grano. Lo ideal es molerlo en casa para que contenga el mayor número de antioxidantes posibles y así contiene menos cafeína . El café descafeinado pierde las propiedades antioxidantes que le confiere los polifenoles, con lo que no es recomendable. El café torrefacto es el más tóxico de todos. El café torrefacto es un café al cual y durante el proceso de tostado se le agrega azúcar en cantidades que normalmente no suelen superar el 15% en peso. Debido a la temperatura que se encuentra el bombo de tueste, aproximadamente unos 200º C., el azúcar se carameliza y forma una película quemada alrededor del grano de café.
Durante el tueste aparecen aceites en la superficie del grano, que hacen que sea de difícil metabolización hepática, llegando a tardar hasta 3 días el hígado en metabolizarlo si lo consumes solo, porque si le agregamos azúcar y leche puede tardar hasta 15 días debido a las aminas biógenas formadas.
Si hablamos del pH del café pues deciros que es bastante ácido, ya que es rico es diversos ácido orgánicos. Su pH es de entre 4 y 5, lo que es bastante ácido.
De la cafeína también hay bastantes estudios que demuestran que favorece la pérdida de masa ósea.
Con lo que mi recomendación es que dado que el café que aquí nos llega es un café bastante procesado, lo evitéis o como máximo consumáis una taza al día y solo. Debemos tomar nuestro café negro sin leche y sin azúcar. Si deseamos endulzar usaremos estevia o luo han guo.
Las mejores cafeteras serán aquellas que no contengan aluminio. Evita envases de plásticos, para así evitar el consumo de bisfenol A, que ya sabemos su acción cancerígena de sobra, sobre todo cuando la bebida está caliente.
Bibliografía.
(1) Shino Oba, Chisato Nagata, Kozue Nakamura, Kaori Fujii, Toshiaki Kawachi, Naoyoshi Takatsuka, Hiroyuki Shimizu. Consumption of coffee, green tea, oolong tea, black tea, chocolate snacks and the caffeine content in relation to risk of diabetes in Japanese men and women. Br J Nutr. 2010 Feb;103(3):453-9. Epub 2009 Oct 12. PMID: 19818197
(2) Kathryn M. Wilson, Julie L. Kasperzyk, Jennifer R. Rider, et al. Coffee Consumption and Prostate Cancer Risk and Progression in the Health Professionals Follow-up Study. JNCI J Natl Cancer Inst (2011) doi: 10.1093/jnci/djr151
(3) Manami Inoue, Itsuro Yoshimi, Tomotaka Sobue, Shoichiro Tsugane Influence of Coffee Drinking on Subsequent Risk of Hepatocellular Carcinoma: A Prospective Study in Japan. JNCI J Natl Cancer Inst (2005) 97(4): 293-300. doi: 10.1093/jnci/dji040
(4) Jung Eun Lee, David J Hunter, Donna Spiegelman. Intakes of coffee, tea, milk, soda and juice and renal cell cancer in a pooled analysis of 13 prospective studies. Int J Cancer. 2007 Nov 15;121(10):2246-53. PMID:17583573
(5) Kyung-Jae Lee, Manami Inoue1,Tetsuya Otani. Coffee consumption and risk of colorectal cancer in a population-based prospective cohort of Japanese men and women.
International Journal of Cancer. Volume 121, Issue 6, pages 1312–1318, 15 September 2007
(6) Susanna Larsson C, Alicja Wolk. An increased consumption of coffee may reduce the risk of liver cancer.Gastroenterology. 2007 May ;132(5):1740-5. Epub 2007 Mar 24. PMID: 17484871
(7) Association between green tea/coffee consumption and biliary tract cancer: A population-based cohort study in Japan. 1Department of Environmental Medicine and Population Sciences, Graduate School of Medicine, Osaka University, Suita Osaka, 565-0871, Japan.