AZÚCAR, DULCE VENENO, parte IV: ¿Cómo tratar la adicción al azúcar?
COMO TRATAR LA ADICCIÓN AL AZÚCAR
El primer paso es que el paciente llegue a entender y reconocer que su cuerpo es
adicto al azúcar y/o los hidratos de carbono refinados, que no tiene la culpa, que no es
un problema de falta de voluntad, sino que su conducta se debe a una adicción a una
sustancia. Sin la comprensión real del problema no se podrá efectuar un tratamiento
con éxito.
Evidentemente, como con cualquier droga, ha de suspenderse completamente el
consumo. Esto creará el “mono” o la fase de desenganche. Cuando existe hipoglucemia reactiva, es decir descensos de glucosa en sangre, que pueden provocar síntomas muy diversos que van desde bajadas de tensión, diarreas, hasta incluso temblores, deberá ponerse un tratamiento ortomolecular para la hipoglucemia, y de esta forma reestablecer la glucemia en sangre. Es común que estos pacientes presenten una gran carga fúngica en su sangre y por ende en sus tejidos, intestino, con lo que la poca glucosa que nos llegue de otras fuentes de carbohidratos como las fruta, cereales, legumbres… vamos a tener que compartirla con ellos, va a desarrollarse una lucha entre nuestras células y el alimento preferido de estos hongos, con prevalencia de Candidas, por ello el paciente se siente debilitado, bajo de energía, parece que está empeorando. Por ello es importante ayudar con suplementos ortomoleculares de alta gama prescritos por un buen profesional cualificado.
Si existe además una adicción a la harina de trigo refinada (el cereal más adictivo de
todos y el de mayor consumo), esta deberá ser tratada de la misma forma, con una
dieta específica que rompa este círculo vicioso. Para ello a través de un análisis de
intolerancias o a través del análisis celular, estudiamos las intolerancias que además
presente el paciente y las tratamos de forma personalizada e individualizada, no
existen dietas ni tratamiento estándar.
El enfermo una vez curado deberá de seguir unas pautas en su alimentación para no
tener recaídas en el futuro.
Es importante entender también que al eliminar la fuente que alimenta a estas
coinfecciones puede producirse una reacción de desintoxicación, la reacción de
Herxheimer, dermatólogo alemán, que nos habla de cómo las toxinas al aumentar los
microorganismos muertos en nuestro cuerpo, y las producidas por ellos mismos al
verse sin alimentos, para que lo entendáis digamos que se enfadan y liberan tóxicos
como el acetaldehído, buscando que abandones. Te sientes mal y un simple bocadito a un pastel te va a aliviar, es como el adicto a una droga, que no se calma hasta que
consigue su dosis. Por ello debes ser fuerte y saber que en unos días, en algunos casos
meses aunque no con la misma intensidad inicial todo esto irá disminuyendo y verás
que no necesitas el azúcar, hasta a llegar a mi punto por ejemplo, que no soporto un
zumo con una cucharada de azúcar, me parece tan dulce que me repele.
Espero que esta serie de artículos os haya servido para entender que no necesitamos
azúcares refinados, que una cosa es la glucosa, necesaria para cada una de las células de nuestro cuerpo y cerebro y otra muy distinta el azúcar refinada. Tomad alimentos íntegros, es decir integrales, enteros, el cereal integral es el normal, es el arroz blanco el que ha sido refinado, basad vuestra dieta el alimentos verdes, frescos y naturales, semillas y frutos secos crudos, aceite de calidad sin refinar y de 1ª presión en frío, tomad fruta pero no os paséis ya que algunas tienen un alto índice glucémico y nunca la toméis de postre, no abuséis de las cernes, en especial las rojas, cuidado con el pescado azul en exceso ya que sabemos que tienen una alta carga de metales pesados debido a la contaminación de nuestros océanos, bebed mucha gua, superhidratación, mucho zumito verde, mi mejor aliado, buenas sales necesarias para muchas funciones fisiológicas, músculos, neuronas, haced deporte y descansad.
Como se despide una paciente del Norte de España siempre de mi, SALUD!