Amenorrea y su relación con fitoestrógenos de soja y xenoestrógenos

soja-trans.jpg

Cuando la menstruación cesa por más de 90 días se considera que la mujer sufre de amenorrea. 

Ésta se clasifica en dos:

  • Amenorrea primaria: Cuando la mujer nunca ha menstruado, a pesar que de tener la edad para hacerlo (más de 16 años).

  • Amenorrea secundaria: Cuando la mujer ha tenido menstruación, pero, por alguna causa, ésta se interrumpe.

Entre las posibles causas de amenorrea secundaria tenemos:

  • Fisiológicas: Embarazo y menopausia.

  • Patológicas: Estrés (problemas familiares, laborales o de pareja), trastornos de la conducta alimentaria (anorexia), enfermedades generales (tuberculosis, anemias, desnutrición), escasa secreción de hormonas sexuales (gonadotróficas, es la causa más frecuente) o alteraciones de la hipófisis (glándula situada en la base del cerebro).

  • Amenorrea en deportistas.

Entre estas alteraciones tenemos la existencia de tumores benignos en la hipófisis que estimulan la sobreproducción de la hormona prolactina (condición llamada prolactinemia) y donde la mujer primero comienza a secretar una sustancia láctea en las mamas (sin estar lactando) y luego se interrumpe la menstruación.

Es importante señalar, también, que algunas deportistas se les interrumpen el período menstrual debido a lo que se conoce como amenorrea secundaria inducida por ejercicio. El exceso de ejercicio hace que cerebro deje de enviar la señal de ovulación a los ovarios y, por ello, la menstruación cesa.

amenorrea en deportistas

La hiperestrogenia conocida como un exceso de hormonas también puede producir la amenorrea para lo que es importante una buena función hepática: Es el hígado el que se encarga de eliminar el exceso de hormonas circulantes; así pues, un hígado “sano”, puede combatir la hiperestrogenia. Para conseguirlo hay que seguir una dieta levemente hipocalórica, consumir alimentos de índice glucémico bajo (es importante evitar dulces, harinas y lácteos de manera estricta); evitar vino tinto, cerdo y pollo porque contienen una gran cantidad de estrógenos; evitar alcohol y café; tomar diuréticos si existe edema: cola de caballo, té verde (1,5 l/día), cebollas pochadas, vegetales, mucha agua, alcachofas, etc., como coadyudante hepático. Es fundamental la práctica regular de actividad física que regula la glucemia en sangre y mejora la expresión genética, frenando el desarrollo de nuevos receptores hormonales, pero no debe ser excesiva.

Se debe también conseguir identificar una posible fuente de “estrógenos” sintéticos que están “contaminando” a esa mujer: parabenos, bisfenol A, anticonceptivos hormonales, carnes hormonadas, tejido adiposo, exceso de fitoestrógenos como la soja a través de leche vegetal, tofú y otros derivados de la soja. La soja a dosis bajas (2-3 veces/semana) y consumida como legumbre resulta útil como alimento preventivo, sin embargo hay mucha intolerancia a esta legumbre, y a mucha gente le “sienta” mal. Una persona que ha tenido algún cáncer hormonodependiente tiene totalmente contraindicado el consumo de soja, ya que tiene cierta acción estrogénica (al igual que el vino) y en el cáncer conviene inhibir al máximo dicha acción. Derivados de la soja por tanto pueden ser peligroso el abuso de derivado de la soja por un estímulo excesivo de los receptores estrogénicos.

Fuentes exógenas de estrógenos: El concepto de estrógeno ambiental incluye a un grupo de compuestos con estructura química diferente pero que comparten su capacidad para afectar al sistema endocrino al mimificar total o parcialmente la acción fisiológica de los estrógenos1. La ubicuidad de los EA es de tal modo que todos estamos expuestos diariamente a su actividad estrogénica, pues son muchos los alimentos o las aguas que están contaminados con compuestos residuales de estrógenos ambientales, tales como los pesticidas organoclorados, bifenilos policlorados (PCBs), y los bifenilos polibromados (PBBs). Los PCBs se han relacionado con el cáncer de hígado y de pulmón, así como con alteraciones de la función reproductiva (p.e.: impotencia). La presencia de niveles altos de PBB en sangre es un fuerte indicador de posible cáncer de mamas, de linfoma no–Hopkins o de cáncer del sistema gastrointestinal. Al igual que los pesticidas organoclorados y los PCB, los PBB sufren procesos de bioamplificación y biomagnificación a través de las cadenas tróficas (alimenticia).

Estudios recientes demuestran que diversos estrógenos sintéticos son cedidos en muchos casos por los materiales plásticos que conservan los alimentos como por ejemplo los contenedores donde guardamos los alimentos en el refrigerador y otras conservas, sándwiches envasados en plástico, etcétera… Se puede afirmar pues, que cada día podemos ingerir un gran número de estrógenos sintéticos de diferente estructura química afectando a nuestros ciclos hormonales por tanto y pudiendo provocar muchos desequilibrios entre ellos la amenorrea o en casos peores se está relacionando con cánceres hormonales. De esto sabe mucho el gran endocrino, que además es mi padre, el Doctor Francisco López Rueda.

Uno de los disruptores químico endocrinológico o estrógeno ambiental que más atención ha traído recientemente es el Bisfenol A, comúnmente abreviado como BPA. Este es un compuesto químico usado principalmente para hacer plásticos y lleva más de 50 años en el mercado. Su forma más común es el policarbonato de plástico, el cual es transparente y casi inastillable. Se utiliza para fabricar una gran variedad de productos incluyendo: biberones y botellas de agua, equipamiento deportivo, dispositivos médicos y dentales, compositos dentales y sellantes, anteojos orgánicos, CD y DVD, y varios electrodomésticos. Las resinas epoxi que contienen Bisfenol–A se usan como recubrimiento en casi todas las latas de comidas y bebidas. El BPA es un disruptor endocrinono porque actúa como un estrógeno débil. Múltiples investigaciones lo vinculan con cáncer de mamas, obesidad, diabetes y otras condiciones médicas graves.

Respecto a la amenorrea en deportistas algunos investigadores, como Anne Loucks, especialista en deporte  femenino y salud menstrual, han utilizado la masa magra que tienen las mujeres atletas para generar puntos de corte para la prescripción de energía (kcal). Esta investigadora concluye que 30 kcal/kg masa magra/día es el umbral mínimo de energía para conservar la salud menstrual en deportistas. Por ejemplo, en una deportista con 42 kg de masa magra, este mínimo sería de 30 x 42 = 1.260 kcal. Sin embargo, como cifra adecuada recomienda 45 kcal/ kg masa magra/día, esto es, 45 x 42 = 1.890 kcal para esta atleta. En otro estudio se observó que las atletas amenorreicas consumían por lo general 16 kcal/kg masa magra/día. Es importante recalcar que para este cálculo es necesario usar ecuaciones para composición corporal diseñadas para atletas, como las Yuhasz además de las propuestas por GREC (Faulkner, Carter, Jackson y Pollock y la de Withers y colaboradores) y no una general como la de Durnin y Womersley, que sobreestima la grasa corporal (y por defecto subestima la masa magra) en atletas. Las causas de esta amenorrea apuntan al bajo nivel de grasa, sumado al estrés y una mala alimentación. Otra posible causa a tener muy en cuenta es el ahorro de energía, siendo la ausencia de menstruación uno de los mecanismos que tiene el organismo para llevar a cabo este ahorro energético. 


Bibliografía y fuentes consultadas:

Writing Group for the Woman Health Initiative Investigators. Risks and Benefits of Estrogen Plus Progestin in Healthy Postmenopausal Woman. Principal results from the Women´s Health Initiative Randomized Controlled Trial. JAMA 2002; 288(3): 321-33.

Million Women Study Collborators. Breast cancer and hormone-replacement therapy in the Million Women Study. Lancet 2003, 2(362): 419-27.

Collaborative Group on Hormonal Factors in Breast Cancer. Breast cancer and hormone replacement therapy: collaborative re analysis of data from 51 epidemiological studies of 52.705 women with breast cancer and 108.411 women without breast cancer. Lancet 1997; 350(9084): 1047-59.

International Agency for Research on Cancer. Sex hormones (II). In: IARC Monographs on the Evaluation of the Carcinogenic Risk of Chemicals to Humans. 1976 Vol 21. Lyon, France.
https://monographs.iarc.fr/wp-content/uploads/2018/06/mono71.pdf

Clemons M, Goss P. Estrogen and the risk of breast cancer. N Engl J Med 2001; 344(23): 276-85.. Fuchs-Young R, Glasebrook AL, Short LL, Draper MW, Rippy MK, Cole HW, et al. Raloxifene is a tissue-selective agonist/antagonist that functions through the estrogen receptor. Ann N Y Acad Sci 1995; 761: 355-60.

Loucks AB. Energy balance and body composition in sports and exercise. J Sports Sci. 2004;22(1):1-14

MSC unanimously agrees that Bisphenol A is an endocrine disruptor. Helsinki, June 2017.
https://echa.europa.eu/-/msc-unanimously-agrees-that-bisphenol-a-is-an-endocrine-disruptor


Anterior
Anterior

Azúcar, dulce veneno (parte 2)

Siguiente
Siguiente

Azúcar, dulce veneno (parte 1)