Enfermedad de Crohn

La enfermedad de Crohn es una enfermedad inflamatoria  del intestino, que suele afectar el segmento distal del íleon y el colon, pero puede localizarse en cualquier parte del tubo digestivo, incluida la boca. Los síntomas incluyen diarrea y dolor abdominal. A veces, se pueden presentar otros síntomas intestinales como abscesos, fístulas internas y externas y obstrucción del intestino. También pueden haber síntomas extraintestinales, especialmente artritis. 

En los niños, las manifestaciones extraintestinales suelen predominar sobre los síntomas digestivos; la artritis, la fiebre de etiología desconocida o el retraso de crecimiento pueden ser un síntoma de presentación, mientras que puede no haber dolor abdominal ni diarrea.

¿Cómo puede saber si tengo Crohn? 

El diagnóstico se realiza a través de análisis de sangre y heces,  estudios de diagnóstico por la imagen, endoscopía digestiva alta y colonoscopia. 

¿Qué la causa? 

De momento se considera una enfermedad autoinmune, es decir, es tu propio sistema inmunitario,  el que ataca  a las células del intestino, pero cada vez hay más evidencia sobre que las bacterias en el tubo digestivo pueden desencadenar de manera equivocada una reacción del sistema inmunitario, es decir, una disbiosis intestinal. 

Síntomas.

Los síntomas de la enfermedad de Crohn pueden variar, dependiendo de dónde y qué tan grave sea su inflamación. Los síntomas más comunes incluyen:

  • Diarrea

  • Calambres y dolor abdominal

  • Pérdida de peso

  • Anemia: Afección en la que tiene menos glóbulos rojos de lo normal

  • Enrojecimiento o dolor en los ojos

  • Fatiga

  • Fiebre

  • Dolor o sensibilidad en las articulaciones

  • Náuseas o pérdida de apetito

  • Cambios en la piel donde aparecen protuberancias rojas y sensibles debajo de la epidermis

  • Desnutrición, especialmente en vitamina B12, la D…

Otros problemas que se asocian a la enfermedad, son:

  • Obstrucción intestinal

  • Fistulas

  • Úlceras

  • Abscesos

  • Fisuras

  • Problemas en articulaciones, ojos…

¿Cuál es el tratamiento? 

Actualmente no existe una cura para la enfermedad de Crohn y no existe un tratamiento único que funcione para todos. Uno de los objetivos del tratamiento médico es reducir la inflamación que desencadena los signos y síntomas. Otro objetivo es mejorar el pronóstico a largo plazo limitando las complicaciones.

El tratamiento  alopático consiste en ácido 5-aminosalicílico, corticoides, inmunomoduladores, anticitocinas, antibióticos y en muchos casos cirugía. Está más enfocado a tratar los síntomas.

El nutricionista tiene un rol muy importante, ya que estos pacientes suelen presentar desnutrición. El acompañamiento dietético y la ayuda con nutraceúticos, pueden dar un giro a la salud de un paciente con Crohn.

Os cuento el caso de una paciente, Isabel, a la que trato desde hace años, y su médico digestivo llamaba “Mi Crohn más rebelde” a la que la suplementación le cambió la vida. Desde mi experiencia, el suplemento que más ayuda a mis paciente con Crohn, es la curcumina fitosomada de nutriholistic, de gran calidad. Es un potente antiinflamatorio que ayuda muchísimo.

También uso otros suplementos como vitamina D, b12, enzimas, glutamina, sales alcalinas…

Es muy importante ayudar a la microbiota del paciente, estudiando las heces, mediante un test en el que por ácido nucleicos, estudiamos los desequilibrios. 

A nivel de alimentación hay muchas opciones también válidas,  porque aquí sí que hay mucha variabilidad en la respuesta. Eliminar gluten, caseína, lactosa, fructosa, dieta baja en FODMAP, una low carb, baja en carbos. Para elegir la mejor dieta me baso en pruebas, en las que evaluamos, además de la composición de la microbiota parámetros como la permeabilidad, la inflamación…

A veces combinar el tratamiento alopático con el nutricional también da buen resultado. 

En definitiva, como casi siempre, hay que estudiar al paciente, no existen enfermedades sino enfermos. Estudiando a cada persona, podemos elegir lo que mejor se adapte a sus necesidades 

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