¿Qué es la Microbiota Central?
La microbiota central no se refiere a una ubicación específica en el cuerpo, sino a una red funcional de microorganismos que conectan y regulan múltiples sistemas del organismo. Es como el “centro de mando” de tu microbioma.
Incluye bacterias (y en menor medida virus, arqueas y hongos) que tienen una capacidad clave de modular el eje intestino-cerebro, el sistema inmunológico, el metabolismo energético y la inflamación sistémica.
¿Qué caracteriza a esta microbiota?
Alta estabilidad y resiliencia
Son especies “core”, es decir, muy frecuentes entre humanos sanos, y que tienden a mantenerse a pesar de variaciones en la dieta o entorno.Funciones regulatorias esenciales
Producción de ácidos grasos de cadena corta (como butirato, propionato)
Modulación de la respuesta inmune innata y adaptativa
Comunicación neuroinmunológica (vía neurotransmisores, triptófano, etc.)
Metabolismo de fármacos y hormonas
Conexión con enfermedades sistémicas
Su alteración (disbiosis central) se ha vinculado con:Síndrome metabólico
Enfermedades neurodegenerativas (como Alzheimer, Parkinson)
Autismo
Fatiga crónica y fibromialgia
Trastornos del ánimo
Enfermedades autoinmunes
¿Qué bacterias forman parte de esta microbiota central?
Algunas especies y géneros clave identificados en estudios como parte de la “core microbiota” son:
Faecalibacterium prausnitzii (antiinflamatoria, productora de butirato)
Akkermansia muciniphila (integridad de mucosa)
Bifidobacterium spp.
Lactobacillus spp.
Roseburia spp.
Eubacterium spp.
¿Qué significa esto para la salud?
Cuando pensamos en la salud intestinal, no se trata solo de diversidad, sino de función. La microbiota central garantiza equilibrio y comunicación entre intestino, cerebro, sistema inmune y metabolismo.
Cuidar esta red implica:
Dieta rica en fibra y polifenoles
Evitar antibióticos innecesarios
Promover descanso, movimiento y gestión del estrés
Uso estratégico de prebióticos, simbióticos o postbióticos